Era cuestión de tiempo que en The Trendnet acabara hablando de comida, una de mis pasiones (obviamente junto a la bebida). Me fascina la cocina gourmet, pero también la casera, la mediterránea en general y y me veo perfectamente capaz de comer sushi constantemente. No me costaría nada.
En cualquier caso, comida y diseño parecen haberse hermanado más que nunca durante los últimos años. La culpa puede ser tanto de las esferificaciones de Ferran Adrián como de la posibilidad de obtener imágenes de altísima resolucion que convierten la comida en otra cosa. Pintura. Escultura. Sexo.
Lo que he hecho en The Trendnet es aunar algunos ejemplos fotográficos y videográficos de manipulación de alimentos con intención artística. Lo que hice anteriormente y todavía hago es documentar alimentos que me agradan. La vertiente que he trabajado públicamente (esto es, más allá de los amigos de redes sociales cerradas) es la del gastroporno. El término procede del inglés food porn y me sirvió para dar una charla en la que, basándome en las ideas sobre publicidad subliminal (y no tanto) comentaba la representación pornografica de la comida y sus consecuencias. En clave de chanza, claro:
Para documentar la presentación busqué muchísimas imágenes de Internet y algunas de la calle. Los álbumes que han quedado por ahora en el perfil de Flickr gastroporno varían un poco respecto a esta premisa, pero mantienen la gula visual que da título a la columna de este mes:
- Cobertura a mi manera (sin exhaustividad, sin exigencias informativas) de eventos gastronómicos com la #festadelvinovell 12, la 5ª Cata por Parejas Vila Viniteca, el primer OffMercat o la presentación del proyecto de pan en casa Harinaguasal.
- Escaparates de pastelerías rebosantes e incitantes para contratacar el pésimo clima político en el álbum Gobiernos amargos, escaparates dulces.
- Y fotos de Comida casera (comistrajos a veces) que me hago con lo que tengo por casa, intentando sacar partido a alimentos sencillos.
Buen provecho
(Fuente imagen)
En cualquier caso, comida y diseño parecen haberse hermanado más que nunca durante los últimos años. La culpa puede ser tanto de las esferificaciones de Ferran Adrián como de la posibilidad de obtener imágenes de altísima resolucion que convierten la comida en otra cosa. Pintura. Escultura. Sexo.
Lo que he hecho en The Trendnet es aunar algunos ejemplos fotográficos y videográficos de manipulación de alimentos con intención artística. Lo que hice anteriormente y todavía hago es documentar alimentos que me agradan. La vertiente que he trabajado públicamente (esto es, más allá de los amigos de redes sociales cerradas) es la del gastroporno. El término procede del inglés food porn y me sirvió para dar una charla en la que, basándome en las ideas sobre publicidad subliminal (y no tanto) comentaba la representación pornografica de la comida y sus consecuencias. En clave de chanza, claro:
Para documentar la presentación busqué muchísimas imágenes de Internet y algunas de la calle. Los álbumes que han quedado por ahora en el perfil de Flickr gastroporno varían un poco respecto a esta premisa, pero mantienen la gula visual que da título a la columna de este mes:
- Cobertura a mi manera (sin exhaustividad, sin exigencias informativas) de eventos gastronómicos com la #festadelvinovell 12, la 5ª Cata por Parejas Vila Viniteca, el primer OffMercat o la presentación del proyecto de pan en casa Harinaguasal.
- Escaparates de pastelerías rebosantes e incitantes para contratacar el pésimo clima político en el álbum Gobiernos amargos, escaparates dulces.
- Y fotos de Comida casera (comistrajos a veces) que me hago con lo que tengo por casa, intentando sacar partido a alimentos sencillos.
Buen provecho
(Fuente imagen)