
No es nuevo comentar que mientras muchos vamos perdiendo la cabeza por todo lo digital, sea por las horas que pasamos engachados ante un sobremesa, la cantidad de whatsapps que nos mandamos o la de aplicaciones que nos bajamos a una fulgurante tableta, se desarrolla un auténtico fervor por objetos que fácilmente se encuentran hoy en día digitalizados, como los libros (por ejemplo las ediciones descatalogadas o de artista, o los fanzines), los vinilos, el celuloide... y sus efectos...
Hace un par de semanas enlacé al artículo que he publicado en A-Desk sobre textos de y sobre artistas que también circulan abundantemente en línea. Escáner en mano, lo que podría quedarse una estantería se traslada también al afán colecconista en línea. Asimismo, hará ya un par de años que, con la fiebre Instagram instaurada, comenté la máquina Harinezumi para The Trendnet.
Lo interesante no es ya señalar que se reproducen las estéticas analógicas mediante aplicaciones informáticas. Sino como juegan a producir efectos que, por su difusión masiva, necesariamente se difuminan. Es decir: crear un montón de auras según el famoso texto de la reproducción técnica de Walter Benjamin no es sino crear ninguna.
Esto no es me ha ocurrido tampoco a mí. Hace un tiempo que sigo a Nathan Jurgerson en Twitter, quien escribe su tesis sobre la autodocumentación y el uso de las redes sociales, y se interroga sobre la obsesión por seguir llamando a la realidad, ejem, real, y a todo lo que huele a ordenar virtual luego falso luego inexistente.
Pero, a propósito de esta cápsula de la PBS donde resumen los motivos de la fascinación por los dispositivos analógicos,
(vía Explore)
recupero las siguientes preguntas:
- ¿Si muchas personas utilizan filtros en sus imágenes digitales y le gusta su "autenticidad", donde deja eso a las máquinas analógicas? ¿Cómo llamar entonces a las imágenes sin retocar de aparatos digitales? ¿Podríamos bromear sobre el carácter puro o impuro de unas u otras?
- ¿Qué pensarían un montón de encuestadas a propósito de todas esas portadas de moda retocadas hasta el paroxismo si en algunas de las imágenes retocas la actriz de turno saliera, para variar, más guapa? ¿Lo condenarían? ¿Lo verían como una amenaza? ¿Desearían emularla? ¿O criticarían la falta de "autenticidad"?
- ¿Deben aceptar los jurados de un concurso de vídeos imágenes registradas, ya no por los epígonos del grupo DOGMA (desenfocadas, mal encuadras, mal iluminadas), si no obstante son narrativamente interesantes?
- ¿Podemos tener sueños o recuerdos que no tengan grano?
- ¿Es verdad que nos colaron VHS cuando Betamax era mejor? ¿Qué nos ocultan ahora?
(Fuente imagen)