
No me había sentado a repasar tranquilamente y comentar aquí una publicación reciente, de este verano.
Se trata del artículo "Pantalla partida. Una historia de continuidad afectiva", publicado por gentileza del equipo de Shangrila Textos Aparte de la mano de Mariel Manrique y Hernán Marturet. Shangrila es un proyecto editorial en papel y en la web que se centra en el ánalisis de la imagen, histórica y contemporánea, de base cinematográfica.
Mi tesis doctoral e investigación académica general se desarrolla en relación al estudio de la narrativa y muy especialmente en relación a lo que considero "narrativa no convencional" en términos formales y discursivos. Dentro del ámbito narrativo me he especializado en lo que denomino "narrativa digital" y en relación a la tesis doctoral lo que intento hacer es contrastar manifestaciones actuales de narrativa (esto es, obras narrativas digitales), con sus posibles filiaciones.
En el proceso de preparación de esta tesis he ido gestando las ideas principales que han llevado a parrafitos tan simpáticos como en el anterior. En ese proceso de gestación, el análisis de la fragmentación de la imagen como "narrativa no convencional" se me ha revelado como un tema sumamente interesante que quise poner por escrito en forma de artículo.
La premisa de lo publicado en Shangrila es la siguiente: si bien el efectismo puede ser una motivación constante para utilizar la pantalla partida en la imagen en movimiento, la pantalla partida también funciona estupendamente para reflejar la identidad y las crisis que sufre, para reflejar las emociones de los personajes en relación a otros personajes y a su entorno.
El artículo traza el siguiente continuo:

Desde Napoleón de Abel Gance (un film magnífico por sí solo, que merecería una tesis doctoral por su innovación no solo en la fragmentación sino también por el uso del color y el desarrollo de diversos ritmos narrativos),

pasando por otros ejemplos de pantalla partida en el cine moderno, incluido muy especialmente El estrangulador de Boston, que es la base visual confesa de los creadores de la serie de televisión 24,

parando en la propia 24, en concreto en el impactante final de la primera temporada donde aparece el único flash-back de toda la serie,



hasta describir el videoclip New York is killing me de Gil Scott-Heron (que en paz descanse) remezclado en triple pantalla gentileza del aparentemente siempre genial Chris Cunningham.
Los ejemplos de pantalla partida anteceden a la historia del cine y permitirían desarrollar otra o muchas tesis centrándose en los resultados que producen. A mí, de momento, me ha interesado toda esta cuestión de lo que sienten y piensan los personajes en pantalla partida en base a un interés secundario que no se ha apagado y que es el de estudiar la representación audiovisual del pensamiento, y un interés principal que es el de estudiar narrativas no convencionales como las fragmentadas. Espero que el resultado os interese y si queréis dialogar al respecto muy bienvenido sea.
(Todas las imágenes excepto las del videoclip se han capturado directamente de los filmes correspondientes, disponibles en el CRAI de la Univesidad Pompeu Fabra).